Sobre el municipio
Situada al norte de la provincia de Jaén, puerta natural de Andalucía y paso obligado para los que acceden o abandonan Andalucía por la A- 4. A las buenas comunicaciones y fáciles accesos, une su ubicación a los pies de Sierra Morena, donde sitúa gran parte de su territorio, ya que la tierra labrada supone apenas el 10% de su extensión, en su mayoría olivarera. La industria y la hostelería alcanzan una importancia socioeconómica de primer orden.
Su situación junto al antiguo Camino Real de Andalucía (hoy Autovía), lugar de parada y paso de todo tipo de viajeros a lo largo del tiempo, ha hecho a sus habitantes abiertos, hospitalarios y trabajadores. Ningún visitante se sentirá extraño y podrá elegir entre la variada oferta que esta gran ciudad ha perfeccionado a lo largo de su historia.
Actividades
¿Qué visitar?
- Iglesia colonial de la Inmaculada Concepción
- Torres de la fundación
- Torre de la munición
- Calle Madrid
- Torres de la aduana
- Palacio del Intendente
- Monumento a las Batalla de las Navas de Tolosa
- Antigua cárcel
- Patrimonio minero La Carolina
- Poblado los Guindos
Más información
Conoce más sobre La Carolina, su gastronomía y sus costumbres en la web oficial del municipio.
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Historia del municipio
Sus orígenes parten de la Prehistoria con restos del Paleolítico en asentamientos como La Calera o El Minao, del Neolítico en Cortijo de Amelia, entre otros, e incluso argáricos. Pero es de la dominación romana de la que más noticias existen por la explotación de los yacimientos de plomo argentífero, los más importantes y ricos del mundo, a pleno rendimiento hasta finales del S. IV, tal y como muestran los restos de calzada de El Hornillo y los yacimientos del entorno de El Centenillo.
En épocas más recientes, en sus inmediaciones se produjo uno de los hechos más importantes para la Historia de España, en la Batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, donde con la derrota de los almohades a manos del ejército cristiano unido en Cruzada comenzó la decadencia del Islam.
Fundada por Carlos III y realizada por Pablo Antonio de Olavide, Superintendente y ejecutor del «Fuero de las Nuevas Poblaciones» en 1767, se construyó sobre un paraje denominado La Peñuela en el que había un convento de Carmelitas Descalzos donde vivió San Juan de la Cruz en 1591. Capital de las Nuevas Poblaciones, se considera una «joya urbanística», con trazado rectilíneo y ortogonal de sus calles, en «tablero de damas», con ejes o vías principales que podrían extenderse indefinidamente, y que cortan la cuadrícula rompiendo la monotonía y buscando la perspectiva. Las plazas son elementos indispensables que focalizan el espacio y remarcan la monumentalidad.
La diversidad litológica presente, favorece una morfología variada, diferencias que se acentúan notablemente con oscilaciones altimétricas entre los 1300 m . del collado de la Estrella, que representa el vértice geodésico de la zona en el margen septentrional del término, presentándose las cotas más baja en el cauce del río Guarrizas al sur por debajo de los 500 m .
El bosque mediterráneo ha evolucionado pero encontramos restos de encinares, con mayor frecuencia en dehesas para el ganado vacuno. También es abundante el alcornoque, y en laderas frescas y más umbrías el quejigo. La vegetación autóctona está representada, además, por madroños, brezos, lentiscos, romeros, cornicabras y jaras. Igualmente, alberga en su paisaje pinos alóctonos.
En relación a la fauna, resaltar que en el término municipal de La Carolina se han constatado la existencia de aproximadamente 186 especies de vertebrados, lo que constituye una diversidad considerablemente elevada y nos da una idea de la riqueza faunística con que, afortunadamente, y por el momento, contamos en nuestro entorno.
Resulta numerosa la avifauna que en torno a los diferentes ambientes habitan en La Carolina (dehesas, reductos de bosque mediterráneo, riberas, minas abandonadas…) durante todo el año, y en determinadas épocas en el caso de las especies migratorias (alondras, collalba gris, bisbita campestre…) Así mismo, estos entornos permiten la presencia de numerosas especies de reptiles y anfibios.
La actividad industrial hoy, y antes la minería, han conformado un paisaje y una actividad económica diferenciada. La ganadería, que tradicionalmente ha tenido importancia relativa, presenta un considerable número de cabezas de ganado de lidia, así como de cabras, ovejas y cerdos.
El Embalse de La Fernandina, permite la pesca deportiva y presenta bellas imágenes del bosque mediterráneo adehesado, siendo lugar ideal para el desarrollo de una rica ganadería extensiva.
Las aldeas abundan en su término así como los parajes naturales, lo que convierte a La Carolina en un municipio de especial atractivo humano y natural. Cuenta con tres núcleos urbanos o pedanías, siendo éstas:
– Navas de Tolosa, nacida con rango de Capital de Feligresía. Encontramos una plaza poligonal de nueve lados, divididos cada tres por una calle. La Iglesia parroquial de la Inmaculada preside el eje de simetría y es foco de la perspectiva desde el camino de Madrid. En la plaza central encuentra la cruz de la Batalla de las Navas de Tolosa. Mantiene su población por su proximidad a la ciudad y a la Autovía de Andalucía. El castillo de las Navas de Tolosa (o de los Moros) es de gran interés histórico y arqueológico.
– Aldea La Fernandina : presenta uno de los trazados más sencillos de las Nuevas Poblaciones, de diseño rectilíneo y ortogonal.
– Aldea La Isabela : El trazado de esta aldea, presenta reminiscencias de la urbanística europea de la Ilustración.