Sobre el municipio
Santiago de Calatrava es un municipio situado en el extremo suroeste de la comarca de la Campiña Norte de Jaén, a la que pertenece, y en el límite provincial de Córdoba. Su término es cien por cien agrícola, con predominio del olivar sobre los cultivos herbáceos, los cuales se encuentran en franca regresión. La actividad económica de Santiago de Calatrava se fundamenta, casi exclusivamente, en la agricultura y en la industria almazarera.
Actividades
¿Qué visitar?
- El Llanete de Santiago
- Los Murales de Azulejos
- Iglesia de la Virgen de la Estrella
- Plaza del Ayuntamiento
- Paraje El Caño
- Paisajes de Campiña para avistar aves esteparias
Más información
Conoce más sobre Santiago de Calatrava, su gastronomía y sus costumbres en la web oficial del municipio.
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Historia del municipio
Desde la Edad del Bronce Final asistimos a una intensa ocupación humana de las tierras que hoy forman parte del municipio de Santiago de Calatrava. Se trata de pequeñas concentraciones aldeanas, caracterizadas por un modelo de casa tipo cabaña, de forma circular, situadas en lugares de fácil defensa: Cerro del Cortijo de Toledo, la Dehesilla, Cerro del Lucero o el Cortijo de Pedro Rubio Alto .
A partir del siglo VII y VI a. C. se experimenta el periodo formativo de la cultura Ibérica auspiciado por su situación estratégica entre los dos grandes centros de Porcuna y Martos. La aparición de una clase aristocrática en los grandes centros mencionados propicia una nueva organización del territorio, que en las tierras de Santiago se traduce en su colonización por pequeños asentamientos agrarios, sin fortificación, como los de las Manoteras, Cortijo de Pedro Rubio Bajo, Cerro del Arroyo del Grajo y Cortijo de Pilallos, que contaban con dos pequeños recintos fortificados para su defensa, Cerro de la Estrella y Cerro Boyero .
En época romana, bajo la égida de Obulco y Tucci, se detecta una proliferación en su territorio de pequeñas casas pertenecientes al campesinado, algunas de ellas villae, entre las que cabe citar: dos en el Cortijo de la Cruz Gorda, la del Cerro del Argamasón o la del Cortijo de Valdeutiel .
Desde el periodo romano y en época islámica Santiago de Calatrava se convirtió en punto clave de la calzada transversal que desde Écija (Astigi) alcanzaba Cástulo, sin pasar por Córdoba y, que por otro lado, contaba con otro ramal que desde el mismo Santiago de Calatrava se dirigía hacia Martos, Jaén y Mentesa. Ambas calzadas han sido manejadas entre los posibles itinerarios seguidos por Tariq para la conquista de la Península.
En época islámica, Santiago de Calatrava sería una pequeña alquería o pequeña población integrada en el distrito administrativo de Tuss o Martus. Tras la conquista castellana de esta comarca por Fernando III el Santo, el mismo rey la entregó en 1228 al Señorío de la Orden Militar de Calatrava, pasando a formar parte de las Encomiendas de la Peña de Martos y de Víboras. En su término se conservan los restos de dos torres defensivas: el castillo de la Matea y el de las Gorgolillas.
Durante los siglos siguientes, hasta la conquista de Granada, la vida de Santiago de Calatrava se vio dificultada por su situación fronteriza con el reino nazarí. Entre los hechos del Condestable Iranzo se cuenta que los nazaritas entraron en la población en 1471, sorprendieron a la población dormida y ocasionaron una gran matanza, así como entraron en la iglesia y la saquearon. Hechos que el Condestable escribió al Papa Sixto IV para solicitarle indulgencias «para los que acudieren a defender a los cristianos de los moros fronterizos».
Este pueblo, conocido en la comarca de manera afectuosa como Santiaguillo, nació al igual que los del sur y oeste de la provincia de Jaén con tradición cordobesa, reafirmando el hecho de la diversidad cultural como uno de los elementos distintivos de las gentes de estos lugares. Santiago de Calatrava ofrece un relieve, a imagen del resto de municipios de la campiña de la vega del Guadalquivir, de suaves lomas. Alcanza su máxima altura en la Dehesilla ( 560 m .) mientras la más baja, inferior a los 300 m ., se sitúa en el área más al oeste del arroyo Salado . Éste es el curso principal que se mantiene con caudal continuo, mientras que los demás existentes lo hacen de manera intermitente, como el arroyo del Grajo .
Lugar idóneo para el cultivo principalmente del olivar, por lo que lleva asociada la práctica inexistencia de la vegetación natural, salvo en cunetas de carreteras y caminos donde crecen un elevado número de especies herbáceas, pero que pronto son eliminadas por el arado o por herbicidas. Destacan las formaciones vegetales que adaptadas al flujo de aguas salobres del arroyo Salado se constituyen, como el taray o tamarindo que, junto a las cañas, llega a formar pequeñas masas de vegetación de ribera.
La fauna existente es la que ha logrado adaptarse a los terrenos cultivados. Las ramas de los olivos sirven de soporte para los nidos de granívoros como los jilgueros o colorines, verdecillos o chamarines y veredón común, amén de los cernícalos que sobrevuelan los olivares. En las tierras de cultivo no ocupadas por el olivar se distinguen aves como los trigueros, cogujadas, calandrias, perdices y aves esteparias como el sisón . El depredador más común de estos espacios es el aguilucho cenizo. Entre los mamíferos destaca el zorro, además de otros como ratones de campo, el conejo y la liebre. También podemos encontrar la culebra de herradura y la de escalera, junto a lagartijas y lagartos.
Como área recreativa, con gran tradición para los/as santiagueños/as, hay que mencionar el paraje El Caño, lugar de singular belleza y naturalidad, donde existe un manantial de rica y fresca agua y se encuentra ubicada la Ermita de San Isidro; sitio de incomparable tranquilidad donde en los días festivos, principalmente en mayo con las celebraciones en honor del santo, se disfruta del ambiente romero.